Para el padre jesuita Rafael García, párroco del Sagrado Corazón en el Segundo Barrio, el martirio que sus dos hermanos de orden religiosa –Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales– enfrentaron en Cerocahui, Chihuahua, fue “de una manera muy valiente, defendiendo a una persona que estaba siendo amenazada y que también murió”.
“Es lamentable pero tristemente está ocurriendo con tantas personas y tantas situaciones… en las ciudades, en las fiestas y en todos los contextos. Es una epidemia de violencia que no para”, afirmó abatido por el suceso.
PUBLICIDAD
“Ellos estaban cumpliendo con su misión y fueron asesinados”, señaló García.